ESCALERAS DE MÁRMOL
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Vivimos una época en la que, por
la situación que atraviesa nuestro país, nos hemos visto obligados a
reestructurar nuestra economía y medir cada uno de los céntimos que invertimos.
Esto, en muchas ocasiones, nos ha llevado a adquirir productos más baratos sin
darnos tiempo a pensar si, a la larga, nos acabarían saliendo más caros.
A la hora de construir o
reconstruir nuestro hogar, es de vital importancia, así como el estilo que
queremos darle a nuestra futura residencia, pensar muy detenidamente qué tipos
de elementos arquitectónicos la
compondrán y, sobre todo, qué materiales se ajustan más a nuestras necesidades
y a las condiciones externas que conviven con nosotros.
Hoy, en www.artesaniadelmarmol.es nos
queremos centrar en un elemento
arquitectónico de nuestro hogar que pasa muy desapercibido y, sin embargo,
tiene un papel fundamental en nuestras casas: las escaleras.
En cualquier obra de
arquitectura, las escaleras
representan una de las partes más importantes pues son el soporte
imprescindible para la comunicación de espacios a distintas alturas de
cualquier edificación, además, las escaleras
son el elemento arquitectónico más
antiguo pues ya existían en las primeras construcciones de las que se tiene
conocimiento como, por ejemplo, en las civilizaciones mesopotámicas con las
conocidas pirámides y zigurats.
Hoy en día, en el que la
arquitectura y el diseño van cogidas de la mano, la variedad en modelos de escalera para nuestro hogar es casi
infinita, haciéndonos posible incorporar en nuestros hogares una escalera que vaya acorde con nuestra
personalidad y estilo para no desentonar con el resto de nuestra casa, por lo tanto,
la elección del estilo de escalera
no se nos debe presentar como un problema sin solución.
La parte realmente delicada y que
puede producir más de un dolor de cabeza en lo que se refiere a este elemento arquitectónico es, sin duda,
la elección del material con el que será fabricado.
Como decíamos al principio, es en
este momento cuando no podemos escatimar en gastos y, por el contrario, buscar
aquello que, a la larga, se verá amortizado con creces. Si, por ejemplo,
eligiéramos una escalera de peldaños
de madera, tendríamos que ser muy conscientes de lo que esto conlleva como, por
ejemplo, los gastos adicionales en productos de limpieza específicos para
madera, el desgaste producido por el paso del tiempo y
las pisadas y, con ello, las sesiones de pulido que periódicamente se deberá
llevar a cabo.
Sin embargo, con una escalera fabricada en mármol o piedra,
aunque pudiera parecer una inversión inicial más alta, no requerirá de un
mantenimiento especial y, por supuesto, el paso de los años y el desgaste por
el uso se convierte en una cuestión prácticamente inapreciable.
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